Y corrían a tal velocidad, que finalmente fue como si volaran por el aire, sin tocar el suelo con los pies;
hasta que, de repente, cuando ya Alicia se estaba quedando completamente exhausta, se detuvieron,
y se encontró con que estaba sentada en el suelo, mareada y sin aliento.
La Reina la apoyó contra un árbol, y le dijo con amabilidad:
- Puedes descansar un poco, ahora
Alicia miró en torno suyo, muy sorprendida.
¡Vaya, para mí que todo el tiempo he estado debajo de este árbol! ¡Todo es igual que antes!
-¡Naturalmente! Dijo la Reina--. Pues ¿cómo querías que fuera?
-Bueno, en nuestro país –dijo Alicia jadeando todavía un poco-, habríamos llegado a algún sitio…
si hubiésemos estado corriendo deprisísima tanto tiempo, como hemos corrido aquí.
-Pues sí que es lento ese país! –dijo la Reina--. Aquí, como ves, necesitas correr con todas tus fuerzas
para permanecer en el mismo sitio. Si quieres ir a otra parte, tienes que correr lo menos el doble de deprisa.
hasta que, de repente, cuando ya Alicia se estaba quedando completamente exhausta, se detuvieron,
y se encontró con que estaba sentada en el suelo, mareada y sin aliento.
La Reina la apoyó contra un árbol, y le dijo con amabilidad:
- Puedes descansar un poco, ahora
Alicia miró en torno suyo, muy sorprendida.
-¡Naturalmente! Dijo la Reina--. Pues ¿cómo querías que fuera?
-Bueno, en nuestro país –dijo Alicia jadeando todavía un poco-, habríamos llegado a algún sitio…
-Pues sí que es lento ese país! –dijo la Reina--. Aquí, como ves, necesitas correr con todas tus fuerzas
No hay comentarios:
Publicar un comentario