18 octubre 2010

 
No tengo muchos vicios, en mi vida no hay tabaco, drogas, alcohol,
ni si quiera necesito una onza de chocolate al día (tópico en la familia)
¡¡¡pero estoy enganchada a chamarilear!!!

Me encanta la sensación de entrar en un "trastero" lleno de muebles con polvo de un dedo
e ir con mil ojos buscando pequeñas joyitas con las que poder negociar.
Lámparas, cestos, espejos, cojines, un pajarito, percheros...
Pregunto millones de precios, pero se lo que me gusta...
Y comienza el juego! negociar con gracia (y morro, claro), es divertidísimo!
Próximo domingo, Navacerrada!

Y más muebles, el otro día haciendo "blogeando" encontré este anticuario Dearrivington
en Nueva York. Dejo algunas fotitos y me quedo con la gallina!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que tal que no se nada, como andas?

vir

Aurelio dijo...

jejej si, y, ¿que me dices de las chuches?, fresas, regaliz, sandia, dedos, dentaduras, moras, los huesitos, las tiras de nata, las señales y hasta los sapos!!!! pero sobre todo... las fresitas con nata.


I love you chamariling ;)

Patusibu dijo...

oh my boyfriend!!!!

es verdad, les debo un post a las chuches :)

te quiero!!!!